A 20 kms de la ciudad y 5 kms de la ermita de Botoa, se encuentra esta finca, hoy en día partida en dos, donde existe una supuesta villa romana (digo supuesta por que esta sin excavar y podría ser otra cosa mas grande), en mi primera visita con mis amigos José Miguel Morcillo Gómez y Pedro Castellanos Bote, vimos muchos sillares de granito, algunos enormes, una lápida (losa) de enterramiento en mármol blanco utilizada para asiento de un banco, tuvo que haber más pues quedan los restos de otros bancos, una piedra de molino en granito rosa, y esto me hizo pensar que por allí había algo más, y desde luego no me equivoqué. También sabía que allí habían aparecido cinco estelas romanas de granito, (abajo pongo enlace).
Comentándoselo a mi también amiga Regina Reís Silverinha, tuve la gran suerte que ella se había criado allí, y recordaba haber visto unas piezas de cuando era niña; y bingo allí estaban en el jardín del cortijo, vi una gran cantidad de piezas y algunas de considerable importancia, dos sarcófagos intactos de mármol, fustes enteros de granito, otros partidos de un tamaño enorme en su grosor, piedras de molino también en estado magnífico, algún capitel poco definido, basamentos, frisos de cornisas, y así muchas piezas.
Todo esto me animó a buscar la ubicación y afortunadamente también la encontré, siguiendo pistas de cerámicas algunas finas y de terra sigilata y restos de sillares por el suelo, llegue a unas ruinas que afloraban un poco sobre el terreno (mi amiga esto no lo conocía); se veían restos de muros en piedra,con su opus caementicium, restos de obras hidráulicas y domesticas como una antigua bañera, estas con sus opus signinum, muchos sillares repartidos por diversos sitios, incluso un pozo rodeado de estos sillares que me aventuraría a decir es de origen romano también pero modificado posteriormente. Regina se acordaba de lo que siempre le habían llamado un horno de ladrillo, fuimos a verlo, y lo encontramos después una larga búsqueda, sinceramente es cierto que parece un horno, pero es muy antiguo no podría precisar de que época sinceramente (no entré a verlo, pues era dificultoso), pero está enterradísimo sólo aparece una pequeña abertura en arco de la bobeda, y dentro se aprecian otros dos arcos más semienterrados. (Os pongo algunas fotos).
Espero algún día se hagan las pertinentes prospecciones y se saque a la luz todo lo que allí hay enterrado.
Agradecimientos a mi amiga Regina Reís Silverinha.
José Antonio Hinchado Alba.
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