Lo que en su día fue una sola cortina, hoy la podemos dividir en tres partes, la primera es el tramo de cortina pegado al baluarte de La Trinidad, que en este articulo no nos interesa para nada prácticamente pues está en un gran tanto por ciento reconstruida modernamente sobre todo la parte que se ve desde intramuros, luego está la abertura o rotura de dicha cortina, uno de los muchos crímenes históricos perpetuados en nuestra ciudad, se hizo para el uso del tráfico rodado, creando una calzada a un nivel elevado de relleno de tierra con respecto a la base de la muralla, lo que sería el relleno del foso dicho de otra manera, buscando el nivel del terreno de intramuros, tampoco nos sirve de nada, y luego nos queda como último el tramo de cortina pegado al baluarte de Santa María, que es donde nos vamos a centrar, es de los dos tramos que quedan el más grande y casi todo original de su época, siempre me estoy refiriendo a la cortina de la muralla extramuros, pues por el intramuros no se ve absolutamente nada debido a que está todo tapado, exceptuando el tramo pegado al baluarte de La Trinidad que está reconstruido modernamente como he dicho antes.
La mejor época del año para visualizar este tramo de cortina es en invierno pues existe unas plantas tipo arbusto trepador que no dejan visualizar estas piezas que allí se encuentran. Como dato curioso decir que la mayoría de estas piezas están justamente en la parte de abajo, o sea en la base de la dicha muralla, y eso me hace pensar que fueron utilizadas en la creación original de la cortina, digo esto por que vendrá el espabilado de turno y dirá que son piezas del antiguo convento de la Santísima Trinidad que estaba dentro del baluarte de su mismo nombre, que ya en su día publiqué y di las explicaciones pertinentes del por qué de estas piezas en el baluarte de La Trinidad, quedando pendiente de publicar el de Santa María que en breve haré y donde también hay mucho que contar.
Existe a mi criterio una pieza bastante importante y significativa, también en la parte de abajo de la cortina, es un modillón o quizás una ménsula de algún matacán o balcón de época medieval, sin descartar sea de otra cosa o parte, con las características formas redondas y decoradas que tenían esta piezas en los voladizos de estas construcciones de época medieval, toda una auténtica curiosidad construida en granito. Puede llevar ahí incrustado unos 400 años, mas otros 400 que estaría colocado en su construcción original.
Sintiéndolo mucho por parte de algunos al leer esto, se pueden visualizar también algún sillar romano, tanto por su desgaste (erosión) como por los característicos agujeros para el transporte y manipulación, se ven dos de estos agujeros, y quizás haya alguno más por otras partes no visibles, pero cuidado que no todos los sillares que se ven son romanos, hay alguno sobre todo los que están a media altura de la cortina, deben ser de otra época, quizás también medieval como el modillón. Referente a esto hay veces que alguno de estos sillares dan a pensar que existió alguna ventanuca o quizás unas aspilleras, y que sean de época de la muralla del siglo XVII o a lo mejor un tramo aprovechado de la cerca vieja medieval utilizado luego para la muralla abaluartada, toda una incógnita, por que algunos de estos sillares están colocados en linea y a una cierta distancia parecida entre ellos, pero esto que cuento es una hipótesis, pues si existió una galería en una cortina cosa difícil pero no improbable la debilitaría mucho frente a un ataque de artillería del enemigo, también se podía dar el caso de que existiese dicha galería en el siglo XVII cuando se creo la muralla abaluartada y luego en el siglo XIX se corrigiera ese error pues ya existía artillería mucho más potente en alcance y precisión, pero insisto esto es una hipótesis. También se aprecia algún trozo de fuste en la parte de abajo, se ven la circunferencia del ancho entera, estos fustes como todos los sillares son de granito.
Toda la parte de arriba está enlucida y no se puede apreciar si hay alguna pieza más, os pongo algunas de las piezas abajo y otras señaladas con un punto rojo, aunque no están todas en las fotos.
José Antonio Hinchado Alba.
