LOS DOS HORNOS DE CAL DE PICAREO, EN TÁLIGA, BADAJOZ.

Los hornos de cal de Picareo como les llaman la gente mayor de Táliga, creó que podrían ser lo que alguno de los autores de más abajo les llaman del Tío Castaño, como hace alguno en llamarlos en plural por ser dos, y al decir que se encuentran en la finca de Pallares ambos autores, y los dos hornos de Picareo están muy cerca del de Manuel Duarte que está en la finca de Pallares, pero cuidado que también podían ser los del Tío Jarillo por que esos dos también están cerca de lo que llaman las Gargantas (de un río), los dos autores no lo tienen claro y como se copian el segundo al primero aunque amplia algo, ya van arrastrando la duda y el error que a la vez nos despista a los demás, que somos los que tenemos que poner en orden este tema, así qué como llama a la duda si son los del Tío Castaño o los del Tío Jarillo o los mismos ambos con distinto nombre, los vamos a llamar como lo hacen los mayores del pueblo, que es Hornos de Picareo y así no hay confusión.

EL PRIMERO: Conserva perfectamente el revestimiento interno de ladrillo, cosa que me ha llamado mucho la atención, no siempre van revestidos de ladrillos. Conserva el hueco a la entrada al lado derecho, donde solían colocar una imagen religiosa o cruz.

EL SEGUNDO: Hoy día forma parte de un corral de ovinos, y en su interior se aprovecha para guarda paja; también me ha llamado mucho la atención pues conserva pegado a este un pesebre que parece ser de la época del horno, también construido en piedra, aunque también podía ser posterior al horno, este pesebre sería para dar de comer a las mulas o bueyes que transportaban la cal y las piedras de caliza, hoy forma parte también del corral que hemos mencionado.

Como final decir, como ya he mencionado en otras ocasiones, que es muy difícil precisar la antigüedad de un horno; y que es una pena que no se conserven algunos hornos como el Domingo Ruiz o el del Cartero en Táliga, que según me cuentan algunos vecinos han sido destruidos no hace mucho tiempo, los pueblos deben conservar la arquitectura vernácula pese a quienes le pese.

Agradecimientos a José Trigo.

José Antonio Hinchado Alba.


(1999). Eulalia Bonilla Morales y Joaquín Fuentes Becerra: Otro tipo de construcciones ubicadas en el campo son los hornos. La abundancia de caliza favoreció la proliferación de circulares hornos de cal construidos en piedra, entre los que se recuerdan los del Tío Jarillo, en las Gargantas; Domingo Ruiz en Fuente Vieja; de Manuel Duarte y Tío Castaño en Pallares. También los hubo destinados a la producción de tejas y ladrillos. Hasta hace unas décadas se mantenían en funcionamiento los del Tío Tejero en el Ejido, y el del Cartero, no lejos del casco urbano.


(2007). José Serrano Serrano: Merece la pena también mencionar algunos de los trabajos que se ejercían en aquellos años , así como las personas que los realizaban. Por un lado podemos mencionar aquellos hornos de cal de piedra caliza, circulares, construidos todos ellos en piedras. En nuestro pueblo teníamos los del Tío Jarillo, situados en las Gargantas de Táliga, el de Domingo Ruiz, ubicado en la Fuente Vieja, los de Manuel Duarte, más conocido como "El Pato", y los del Tío Castaño, localizados en la finca de Pallares. También hubo hornos destinados a la cocción de tejas y ladrillos, que se conservaron trabajando hasta hace unas décadas. De este tipo podemos mencionar los del Tío Tejero, en el Ejido, o el del Cartero, no muy lejos del casco urbano.


(28-5-2019). Luisa Toro González ha contactado conmigo, es la nieta de Manuel González conocido por "Picareo" propietario de los hornos dónde trabajó, y me confirma que son los mismos hornos que se conocen como los del Tío Jarillo.