Esta antigua cárcel comparte edificio con el antiguo pósito, y en la entrada de este pósito en el dintel de piedra de su puerta viene la fecha de 1746 que es cuando se construyó el edificio, por lo tanto sabemos que la cárcel existía antes de 1791, pues ya hay documentos que lo atestiguan, pero el año exacto de su creación lo desconocemos, púes no lo asevera ningún documento. Tampoco sabemos en que fecha dejó de utilizarse, pero seguramente alguien del pueblo nos lo pueda aclarar con exactitud, lo cierto es que hay gente que recuerda haber visto a los detenidos en pleno siglo XX, y darles tabaco a través de las rejas. Las estancias están totalmente modificadas y cambiadas con el pasar de los años, pues también hay testimonios de gente que se acuerda que estas habitaciones tenían los techos muy bajos. El edificio es de tipo de arquitectura tradicional rural de la época, con unos pináculos decorados en las esquinas, las estancias son de techos abovedados, respecto al pósito haremos una publicación con detalle sobre ello.
Documentos de Marzo de 1791:
... la cárcel se compone de un cuarto donde se ponen los presos y otro que les sirven de necesarias, uno y otro sin seguridad en sus puertas, paredes y techumbres, motivo porque con frecuencia se experimentan fugas pasándose de inmediato al Reino de Portugal a refugiarse, quedando impune de sus delitos...(5ª repuesta)
Los pleitos que actualmente penden de este juzgado y por apelación remitidos a la Real Chancilleria de Granada, así civiles como criminales y presos que se hallan por ello, se acredita del testimonio que acompaña.
Hay un sacerdote comisario del Santo Tribunal de la Inquisición gozando de este fuero.
Hay un teniente, un sargento y ocho soldados del Regimiento de Milicias Provinciales a que dan nombre la ciudad de Badajoz, todos con destino en esta villa a la persecución de contrabandistas, malhechores auxilio de la justicia.
No se advierte en este pueblo sujeto que perturbe e impida la administración de justicia y cause escandalo público.
Queda dicho en la 5ª respuesta la ruina de las casas del ayuntamiento e inutilidad de la cárcel, de aquella se sigue el deshonor de sus individuos..., ...y de la inseguridad de la cárcel resulta no solo las frecuentes fugas que de ella hacen los presos, pasándose a refugiar al inmediato Reino de Portugal, sino es también la molestia del vecindario, porque siendo aquellos de alguna gravedad se le aflige con hacerlo asistir de noche y día a la custodia de la cárcel por no haber en ella alcaide, y de aquí aburridos de la continuación y fatigados de sus labores del campo se entregan y rinden al sueño y los presos se valen de la ocasión para proporcionar su libertad, quedando sin el debido castigo, las guardias en el descubierto, y la justicia después de tantos desvelos sujetas a la responsabilidad; y aunque estos males pudieran pudieran redimirse con remitirlos con cárcel segura a la de la capital, corre la desgracia de que en ella no se admiten sin la correspondiente obligación de suministrarles por dicha justicia lo necesario para su diaria manutención y hospitalidades que ocurren, y aunque estos gastos debían hacerse del fondo de propios, el de la villa no alcanza para subvenir a sus indispensables urgencias y pago de réditos de crecidos capitales de censos que tiene contra sí.
Para acudir al pronto remedio de estas necesidades..., ...se vendiesen las tres mil (se refiere a fanegas de trigo) y de su producto con los referidos diez y seis mil reales se reedificadas las casas del ayuntamiento y cárcel, habilitando con estas las debidas oficinas, puertas, fechaduras, y construyendo prisiones que carece, en términos de los que presos pudiesen estar con amplitud, abrigo, sin opresión y con seguridad...
... sus familias (hablando de los habitantes de Valverde) no hallando tierra donde poner las plantas, elijan el peligroso tráfico del contrabando en la introducción de grano en el inmediato Reino de Portugal, en que se invierten todas estas familias, a excepción de los ricos que sin los afanes de sufrir captura, multas, prisiones y secuestros de los ministros de la la Real Hacienda, se los venden a precios tan exorbitantes que apenas pueden ganar una moderada ganancia; pareceme que de esta narrativa habrá inferido Vuestra Señoría el gobierno y administración de justicia.
...su cárcel es muy mala, de manera que se necesita la guardia del vecindario cuando hay preso de alguna gravedad y es preciso estrecharles la prisión a fin de que no se fugen.
Documento de Agustín Fernández Caballero, publicado en 1999:
Según nos cuenta Agustín la cárcel estaba en el edificio del Ayuntamiento (Que sabemos estaba en ruinas en 1791), al hacer el nuevo Ayuntamiento en 1868 la cárcel se traslada al edificio de La Tercia que es como denominan al edificio del pósito hoy día, por haber tres salas que sivieron de escuela en la nave de este antiguo pósito, por lo tanto hay fechas que no cuadran con la lógica, a no ser que antes de 1868 la cárcel estuviese en otro sitio, o en el actual, y que se volviera a habilitar.
La cárcel fue una estancia lóbrega, maloliente y húmeda. Su estructura arquitectónica y morfológica está formada por una única puerta de entrada o acceso que da a una estancia rectangular de 12 m², destinada a la permanencia de los familiares de los presos, cuando iban a visitarlos, con dos puertas de reja carcelaria, una a cada lado, que dan acceso a sendas celdas de los presos de unos 14 m² cada una, que tienen ambos un pollete adosado a la pared del fondo, donde extendían los presos las colchonetas para dormir. El sótano tiene una superficie de unos 50 m². Los huecos de acceso a las celdas los cerraba una fuerte reja de hierro, en forma de puerta, con barrotes cuadrados macizos y un gran cerrojo en hierro macizo también. La puerta que da al exterior era de gruesa madera de roble con un fuerte cerrojo de hierro macizo, que hacia imposible la huida de cualquier inquilino. Cada celda tiene una ventana de 80 x 60 cms, que da luz natural a la estancia y protegida con una fuerte reja de hierros cuadrados y macizos. Hasta hace poco estas dependencias se utilizaban para guardar herramientas y utensilios del Ayuntamiento.
Agradecimientos a José Sánchez Díaz del Ayuntamiento de Valverde de Leganés.
José Antonio Hinchado Alba.
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