EL MISTERIO DE LA UBICACIÓN DE LA ERMITA O CONVENTO DE SANTA MARINA EN BADAJOZ, (Ampliación).

Después de leer la publicación de Tomás Pérez Marín, titulada, Las Bases Económicas del Cabildo y Fábrica de la Catedral de Badajoz, en los Tiempos Bajomedievales y Modernos, se me viene otra vez a la cabeza el misterio de la ubicación de esta ermita o convento, que en su día publiqué y que dejé bien claro que no estaba tan cerca de la muralla de Badajoz, como algunos creen, incluso la localicé a mi criterio en un ámbito rural, eso sí perteneciente al termino de Badajoz, cuando se nos dice que esa edificación era casa templaría, se me viene a la memoria que a fecha de hoy la única casa o convento templario que existe está en la población de Valverde de Leganés, anteriormente llamada Valverde de Badajoz, y más anteriormente Valverde la Real, y relativamente cerca de esta población se encuentra la finca de Valdesevilla, donde existieron dos iglesias o ermitas una de Santa Marina y la otra de San Vicente, recordemos que esta finca pertenece al término municipal de Badajoz, y antiguamente Valverde de Leganés también era de este término municipal. En esta primera publicación que hice ya comenté que las pistas llevaban a pensar que dicha ermita o convento, podían estar en un ambiente bastante más alejado de lo que siempre se ha pensado, incluso ubicado en un espacio rural y alejado considerablemente de la ciudad.

Después de leer la publicación de Tomás Pérez Marín insisto, vuelvo otra vez a la carga de este tema tan misterioso, Tomás hace mención en varias ocasiones de las propiedades del Cabildo Catedralicio de Badajoz, en este caso a las huertas que abastecían de alimentos y sobre todo de renta económica, aunque son huertas urbanas (por el término) su situación física es en un ambiente rural, y una de ellas anecdóticamente se llama la huerta de Santa Marina, que coincidencia, al igual que existieron otras huertas, con nombres de edificios religiosos por estar junto a ellos o bien próximos, como es el caso de de las huertas de Santa Engracia, San Gabriel, San Ildefonso (en Elvas, Portugal, pero dependiente del Cabildo de Badajoz) o Telena (ermita y fuerte militar). Estas tierras fueron cesiones hechas por particulares desde el siglo XIII en época medieval hasta el siglo XVIII inclusive. 

Con fecha de 1559 hay un registro detallado de las propiedades del Cabildo y ya se matiza si son cercanas a Badajoz o no, cierto es que aquí no se nombra a Santa Marina pero si otras propiedades que luego si están junto a Santa Marina en otros registros, y evidentemente lejanas de la ciudad. (No olvidar que la ermita o convento de Santa Marina estuviera donde estuviese pertenecería al Cabildo Catedralicio y por supuesto sus tierras también).

Es en 1601 donde un documento muy interesante nos trasmite información de la situación patrimonial de la mesa capitular, es el  "Libro de las heredades, dehesas, tierras, casas huertas, molinos, censos y hacienda que tiene el Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Badajoz, cuya cobranza es desde San Juan de 1600 a San Juan de 1601". En esta fecha los bienes eran los siguientes:

— Quince dehesas y participaciones en otras cuatro.

— Cuarenta y un pedazos de tierra de cereal distribuidos geográficamente así:

• Veintidós cerca de Badajoz.

• Cinco en La Albuera.

• Cuatro en La Torre (de Miguel Sesmero).

• Tres en Almendral.

• Dos en Valverde

• Uno en Malpartida.

— Doscientos sesenta y cuatro trozos de viña de distintas dimensiones repartidos por los siguientes sitios:

• Ciento sesenta y ocho en la Vega de Mérida.

• Sesenta y seis en los Codosales y el Mercadillo.

• Treinta y dos en Talavera.

• Diecisiete en Telena.

• Trece en La Albuera.

• Ocho en Calamón.

• Seis en La Torre.

• Cinco en Santa Marina.

• Uno en Almendral.

Las incorporaciones realizadas en el siglo XVII y primera mitad del XVIII, gracias al catastro se puede conocer el patrimonio rural con precisión del Cabildo, tanto de la mesa capitular como de la fábrica de la catedral.

En un sentido amplio del patrimonio rural del Cabildo estaba integrado también por un gran número de suertes de tierra, cuyo dominio útil había sido a particulares mediante contratos agrarios, tipo enfiteusis, conservando el Cabildo dominio directo. Estas tierras dadas a censo enfitéutico eran a mediados del siglo XVIII las siguientes:

— Noventa y cuatro pedazos de viña de pequeñas dimensiones, entre mil y cuatro mil cepas, distribuidos por estos sitios:

• Treinta y seis en el Mercadillo.

• Dieciséis en la Vega de Mérida.

• Trece en el Calamón.

• Trece en Codosales.

• Once en Telena.

• Tres en el Prado.

• Dos en Santa Marina.

— Cuarenta y un trozos de olivar, anteriormente viñas de los que veintisiete estaban en el sitio del Vado del Moro y catorce en las Vegas de Mérida.

— Diecisiete huertas en la Vega de Mérida.

— Dieciséis suertes de tierra cerealista repartidas por diferentes sitios del término de la ciudad, la mitad de ellas en Telena.

José Antonio Hinchado Alba.