ERMITA SANTIAGUISTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CORONADA EN MEDINA DE LAS TORRES, BADAJOZ.

Se encuentra a un km aproximadamente del pueblo de Medina de las Torres. Me quedé maravillado cuando la vi por primera vez, es preciosa y está en un contexto igual de bonito, además de estar muy cuidada y todo tan limpio y reluciente, merece la pena ir a verla. No se sabe realmente cual es su año de construcción pero se sabe que a finales del siglo XV, concretamente en el año 1494 ya existía; pertenece a las ermitas de la orden de Santiago de la Provincia de León, en la Baja Extremadura. Tiene una mezcla de estilos, destacando el mudéjar y el gótico en el exterior y gótico y renacentista en el interior. Esas puertas de ladrillo le dan un toque bellísimo y diferente a otras cosas que estamos más acostumbrados a ver por nuestros bellos pueblos de Extremadura. Está inmaculada con ese blanco reluciente de la cal, con un ábside donde destacan sillares de granito, con las hornacinas, ventanas y contrafuertes de ladrillo, y su jardín con una fuente con con abrevadero en granito que parecen sillares romanos posiblemente de la muy cercana Contributa Iulia.

He puesto datos del magnifico trabajo de Aurora Ruíz Mareos y otros, y unas fotos cogidas de internet de Jacinto Baez Risco, pues cuando estuve allí me la encontré cerrada aunque se visualizaba algo a través de un cristal.


(1995, Aurora Ruíz Mateos y otros). La ermita de Nuestra Señora de la Coronada mantiene afortunadamente su estructura original, esta tiene dividida la estructura de la nave en cuatro tramos y es uno de los 14 templos que existen en la baja Extremadura que tenían una sacristía original.

Las ermitas santiaguistas pacenses constituyen un interesante capítulo de la arquitectura popular extremeña. Su sencillez constructiva, su sobriedad de volúmenes, el sentido útil del espacio y la escasa presencia de elementos decorativos, son notas características de estos edificios que, lejos de pertenecer a un estilo artístico concreto, participan en la perdurabilidad de formas inherentes a la llamada arquitectura popular.

A su vez estos templos presentan unos esquemas tipológicos similares: son estructuras rectangulares bastante compactas y poco iluminadas, la luz procede básicamente del hueco de las puertas, ya que las ventanas son escasas. La división interna estriba en una, dos o tres naves y en la presencia de elementos accesorios como pórticos, sacristías o casas de santero.

La planta de una ermita denota dos partes bien diferenciadas: la nave o cuerpo propiamente dicho, y la cabecera o capilla mayor, esta ultima siempre orientada hacia el este por la identificación cristiana Dios-luz. Con frecuencia ambas piezas estaban independizadas por una reja situadas en un arco toral, que a su vez solía apoyarse sobre las gradas que marcaban el acceso a la capilla.


Las ocho ermitas que tuvo Medina de las Torres (en esas épocas antiguas anteriores al siglo XVIII, que solo tenia cuatro y actualmente dos, y una de ellas no es de esas ocho, J.A.H.A.) estuvieron situadas extramuros de la villa, de ellas sólo subsiste  Nuestra señora de la Coronada, conservando íntegramente su primitiva tipología (destacamos este hecho ya que, en los templos marianos hoy conservados muestren aditamentos arquitectónicos posteriores ajenos a su primitiva fábrica).

Los maestros constructores, peones y demás operarios, solían ser del mismo lugar o de las poblaciones de los alrededores. Como ejemplo el maestro Francisco Rodriguez de Zafra, trabajo en 1511 junto al maestro Juan de Salvatierra en Llerena, entre 1511 y 1514 junto a miembros de la familia Jejas en Medina de las Torres, Puebla de Sancho Pérez y Valencia del Ventoso...


(1508). El portal de Santa María de la Coronada de Medina de las Torres se sufragará con la venta de sus ornamentos así lo dice un documento de 1508: "que acabe de hacer y cubrir el portal que tiene la puerta, la cual haga hasta el día de Todos los Santos, primero que verná so pena de mil maravedis para la obra de dicha ermita y fue mandado al dicho mayordomo que venda las cosas susodichas de que la dicha ermita no tiene necesidad a vista del cura de lo cual se haga cargo y lo gaste en la obra de dicha ermita".


(1574). "...de altura de siete palmos..." refiriéndose al tamaño de la virgen que se custodia en Nuestra Señora de la Coronada.


(1576). Pese a ser hábito profundamente arraigado, en 1576 se procede a su drástica prohibición. Baste para ilustrarlo el testimonio dejado por los visitadores en Nuestra Señora de la Coronada. "Por cuanto en toda la dicha ermita se halló tener la imagen vestida y en toda la provincia se mandan quitar todas las imágenes vestidas, los dichos visitadores mandaron al dicho mayordomo y a los que después de él fueron, no consientan en la dicha ermita imágenes vestidas". La censura vino determinada no por el hecho de vestir en sí las tallas, sino por la forma mundana en que se hacía. De esta moda salió en decreto el 3 de diciembre de 1563 del Concilio de Trento que afectó a Medina de las Torres y otras poblaciones santiaguistas de la provincia.


También está documentado de que en esta ermita existió rejas de madera en el último cuarto del siglo XVI, (posiblemente dentro de la ermita, pues no lo especifica, J.A.H.A.).


(1576). Otras veces se exime al santero del pago de terrazgo de la finca cultivada solicitado por el mayordomo, así sucede en Nuestra Señora de la Coronada de Medina de las Torres donde: " un pedazo, que está cerca de la dicha ermita, que solía sembrar el santero y que agora dice que el mayordomo de la dicha ermita le pide terrazgo de la dicha tierra. Mandose al dicho santero que de aquí adelante pueda sembrar el dicho pedazo sin que el mayordomo, que es o fuere de la dicha ermita, le pida ni demande el terrazgo de ella, por cuanto los dichos visitadores vieron información de los alcaldes y concejo de la dicha villa que se le debía de dar la dicha tierra para sembrar sin que le lleven el dicho terrazgo, por que se falló que era buen hombre y muy necesario para la ermita". Se trata de una forma de recompensar sus servicios.


(1724). Refiriéndose a los retablos, entre los documentados predominan los de talla y pincel sencillos y de modestas proporciones, tipo tríptico, como los de Nuestra Señora de la Coronada.


(1791) 18 de Marzo.

Que hay quatro hermitas: la del Señor del Humilladero, la de la Virgen de Coronada, la de San Blas, estas tres extramuros, y la de San Miguel yntramuros; a las que concurre el pueblo en sus respectibas festibidades anuas de prozesion, misa y sermon; cuyas rentas solo alcanzan para los gastos, adorno y reparos, a excepcion de la primera que se halla con diez mil reales sobrantes y mas de veinte reses bacunas, cuya ermita se halla con toda seguridad y dezencia. Que en las funciones de estas tres suele haver discordias y quimeras por el vulgo, y que tienen las tres sus respectibos ermitaños que se nombran por el cura parroco.


(1845) Pascual Madoz.

... el cementerio construido en 1811, más lejos las ermitas del Humilladero y Ntra. Sra. de la Coronada, y sobre un cerro aislado el hermoso castillo, del que se conservan dos torres redondas...


(1848) José Antonio Barrientos y Salas. (Reeditado en el 2004 por Pablo Ortiz Romero y Federico Fructuoso Barrientos).

...Ya contaba Medina por entonces (1590) con 400 vecinos, repartidos en siete calles principales, erigida la villa en 1472 (o poco después) había procurado y continuaba sus adelantos y embellecimiento: erigida las ermitas de Santa Julia, San Blás, Coronada, San Marcos, San Miguel, y Santiago...

...(ermita) La Coronada templo espacioso, con patio arbolado, rodeado de huertos. No muy distante de ésta, se construyó otra con la denominación del Santísimo Cristo del Humilladero, imagen de suma veneración en el pueblo y en los comarcanos. Nada llama la atención en una y otra.

...Hallábanse  fundadas las cofradías del Santísimo, Nuestra Señora del Camino, la Misericordia, Ánimas, la Sangre, Nuestra Señora de Guadalupe y Nuestra Señora del Rosario (documento del siglo XVIII).


José Antonio Hinchado Alba.